Ferrer i Guardia

                              (1850-1909)

Sus teorías pedagógicas pertenecen a la escuela libertaria. Se basan en conseguir un método de aprendiza mediante el cual la persona pueda desarrollar sus aptitudes libremente, sin ninguna autoridad impuesta, para conseguir el pleno desarrollo.

Ferrer i Guardia fundó una escuela abiertamente anticlerical, con un alumnado mixto e impulsora de los principios de la pedagogía libertaria en Barcelona.
Algunos de sus principios eran:

• La educación se debe fundamentar en una base científica y racional, donde los componente dogmáticos o sobrenaturales no tienen ninguna cabida
• En la educación de la primera infancia los programas y los métodos de enseñanza deben estar adaptados a la psicología de los pequeños y pequeñas.
• El desarrollo infantil es espontáneo y se rige por sus propias reglas. La escuela debe facilitar los medios y los recursos para que este desarrollo se produzca correctamente.
• La educación ha de ser autónoma, por lo tanto, no se emplean los métodos autoritarios ni las prácticas tradicionales de premios y castigos
• La educación ha de ser integral, por tanto debe comprender la formación del intelecto, la educación moral, la cultura de la solidaridad y el desarrollo del carácter.

Algunas reflexiones sobres estos fundamentos son:

•  Enseñanza mixta: Ferrer apuesta por la coeducación de sexos como instrumento de combatir la absurda desigualdad entre mujeres y hombres.
• Enseñanza integral.
• Valor del juego en el proceso de aprendizaje: frente a modelos de enseñanza donde se reprime cualquier método lúdico de aprendizaje Ferrer señala la importancia del juego como forma de libre desarrollo.
• Enseñanza racionalista: frente al asfixiante dominio que ejercía la Iglesia católica sobre la vida cotidiana del pueblo con su moral y su visión del mundo, Ferrer cree que la ciencia será la base sobre la que se construirá el nuevo hombre libre.
• Rechazo de premios y castigos: el sinsentido de los castigos y su abuso de gran valor anti-educativo y la utilización de premios que promueven entre otros valores la vanidad son rechazados.
• Interés por las metodologías prácticas y la iniciativa del niño/a.